El sector de la construcción es uno de los más importantes generadores de empleo en el país, pues crea 6 millones de puestos de trabajo directos anualmente.
El 2020 ha sido un año difícil y preocupante para el sector de la construcción ya que es una de las dos actividades más afectadas por la crisis sanitaria causada por el COVID-19, sumándole que en el sector ya se arrastraba una mala situación.
La Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) refleja una lenta recuperación del sector construcción debido a un menor gasto público y la cautela de parte del sector privado, al mantenerse elevada la incertidumbre, tanto nacional como global.
La confluencia de factores tanto exógenos como endógenos hundió aun más la actividad productiva de la construcción durante este año. Entre los factores más relevantes destacan:
- La emergencia sanitaria del COVID-19.
- La suspensión de actividades no esenciales.
- La incertidumbre en los mercados financieros y su impacto en las expectativas del sector privado.
- La reducida ejecución del gasto público para infraestructura.
- El retraso en el inicio de los proyectos.
- La recesión económica mundial.
- Los menores precios del petróleo.
Impacto del COVID-19
El impacto genérico de estos imponderables podría llevar al sector de la construcción a una caída de 7% real anual en 2020.
Si las medidas de contención y distanciamiento social que se apliquen permiten que en los próximos meses esté controlada la pandemia, probablemente nos encontraríamos en el escenario de una recesión profunda pero corta. Pero si las medidas de aislamiento social resultan ineficaces o insuficientes, o bien se requieren por un periodo más extenso, entonces podríamos estar ante el riesgo de una recesión profunda y larga.
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